Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.
Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con armargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo.
Ali de conferenciante... bienvenidas al día del SOL
Ese SOL ke se enfada cuando se siente maltratado... Amalia en acción
Con lo rico ke es el SOL... Oro y Paloma desenfocHadas y lo ke se divierte con él Gelu, sobre todo cuando puede guiñar de nuevo el ojo el domingo para seguir durmiendo...
Tocinas Desabillhadas y Lobby Especulador.... a manos de Elena feroz
Felicidades Geluuuuuuuuuuu!! aunq ya la Oro se me haya adelantau, je! Yo te regalo un campo de amapolas (chiquitito, pero lindo!), mis flores preferidas, y como tú eres igual de silvestre q ellas...
Muchos besos, abrazos, achuchones, mordiscos en la nariz y pedorretas en la tripa!! Paloma